La importancia del aspecto facial

Gordon Allport comenta que «la investigación más reciente se ha dedicado no a lo que la cara revela, sino  a lo que la gente cree que revela». Describe que se tiende a percibir las caras sonrientes como más inteligentes y que se considera que los rostros que están dentro de la media en cuanto al tamaño de la nariz, la mandíbula, el cabello, la forma de arreglarse, etc, son más agradables que aquellos que se desvían de la media. Resumiendo un experimento de Brinswick y Reiter, Allport observa que un resultado es que, en general, la boca es el rasgo facial más decisivo a la hora de definir nuestra evaluación».

Meerloo comenta que a través de la cara, nos sentimos expuestos y vulnerables. La expresión facial propia de cada uno puede convertirse en motivo de ansiedad. Los estudios sugieren que incluso los niños advierten una cara atractiva cuando la ven, mucho antes de aprender los estándares de belleza de una sociedad.

La psicóloga Judith Langlois y cinco colegas de la Universidad de Texas, en Austin, refirieron los resultados de experimentos con dos grupos de niños. Un grupo estaba formado por niños de 10 a 14 semanas de edad con una media de 2 meses y 21 días. El 63% de los niños miró más tiempo las caras atractivas que las no atractivas cuando les mostraban partes de fotografías de mujeres caucásicas. El segundo grupo estaba formado por 34 niños de entre 6 y 8 meses de edad. El 71 % de los niños miró más tiempo las caras atractivas que las no atractivas.

Cualquier dentista que trabaje con modificaciones del aspecto facial debe tener en cuenta las implicaciones tanto psicológicas como físicas del tratamiento; esto incluye no sólo los resultados y las actividades posteriores, sino también las causas, las motivaciones y los deseos que llevan al paciente a buscar tratamiento estético.

El concepto psicológico de la propia imagen y del propio cuerpo está absolutamente relacionado con la estética comenta Burns, que también observa que se ha hablado durante mucho tiempo de las deformidades dentofaciales en términos de diagnóstico y tratamiento, sin tener en cuenta sus ramificaciones psicológicas. La consideración de Burns de los aspectos psicológicos del tratamiento estético parte de su observación inicial de que la boca es el punto focal de muchos conflictos emocionales. Por ejemplo, es la primera fuente de contacto humano: un medio de aliviar o expresar incomodidad, o de expresar placer o desagrado.

Fuente: Libro de Odontología estética por Ronald E. Goldstein, volumen 1.