Chapopote

El trabajo de ilustración con chapopote resulta bastante divertido ya que nos permite emplear diferentes texturas y calidades de imagen.

Existe un principio básico para preparar el chapopote que es el de mezclar un poco de él con aguarrás puro o esencia de trementina en un frasco de cristal para que resista el solvente, hay que tener en cuenta que las cantidades de cada uno dependen del grado de saturación de pasta que se desea, mucho aguarrás nos da una mezcla aguada que nos permite trabajar a base de veladuras y transparencias y poco aguarrás nos da la posibilidad de trabajar con más pasta, textura y empaste, además de que proporciona más contrastes de color con el fondo.

Combinando los dos obtendremos más tonos grises y mas calidades incluso para caligrafía.

Podemos trabajar con línea, mancha, escurridos, estarcidos, y en realidad dejarnos llevar por la consistencia del mismo material que nos va sugiriendo nuevas respuestas.

Los soportes para recibir el chapopote son preferentemente papeles gruesos: algodón, marquilla, Cartulinas, cartones, cartoncillos, minagris, manila, entre otros.

Se puede aplicar con pinceles especialmente de pelo grueso o sintético, con plumilla, espátula, y además con esponjas, estopas, pedazos de tela, algodón etc.

También podemos combinar otras técnicas con el chapopote:

– Chapopote con pigmentos en polvo
– Con ceras
– Crayones
– Carboncillos
Carbones
– Barras conté
– Grafitos
– Tinta china
– Acrílicos
– Plumones

Fuente: Apunte Taller de Ilustración Avanzada de la U de Londres