Primera visita

La relación odontólogo- paciente es la base necesaria de cualquier tratamiento satisfactorio. Debe favorecerse y desarrollarse desde el principio y es incluso más importante que la odontología estética. El paciente debe sentirse cómodo, por lo que una recepción ordenada, atractiva y cómoda es un requisito obvio. La primera visita, en la que puede tratarse o no un problema funcional, es el mejor momento para intensificar el proceso de comunicación. La primera impresión del paciente, si es positiva, servirá como refuerzo para el tratamiento subsiguiente. Si es negativa, puede dañar la atmósfera de sinceridad y confianza esencial para el éxito del tratamiento estético.

¿Por qué están aquí?

No hay información más importante que saber por qué acude el paciente. No debe confundirse con el motivo principal de la consulta. La pregunta sería más bien ¿Por qué están en mi consulta en lugar de otra? ¿Y por qué  han dejado de acudir a otra consulta(o consultas) por la mía?

A menudo esta información revela datos valiosos del paciente, sus miedos, necesidades, deseos y expectativas. Es posible que tales datos no estén relacionados con una alteración dental específica.

¿Quién le ha referido al nuevo paciente?

Esta información es bastante útil para determinar las preocupaciones del nuevo paciente respecto a sus necesidades dentales. Un problema básico es que muchas personas prefieren no revelar la información para evitar que usted caiga en prejuicios cuando emita su opinión. El miedo es que usted pueda “inclinarse” por un plan de tratamiento u otro acorde con la persona que lo refirió en lugar de ofrecer un análisis completamente objetivo.

Otras razones por las cuales algunos pacientes no revelan quien los envía son:

  1. El odontólogo tendrá menos posibilidades de determinar la posición económica del paciente (la persona que la ha referido puede tener un nivel económico completamente diferente).
  2. Muchas personas no quieren que usted las prejuzgue.
  3. Algunas personas son tan reservadas que temen revelar la persona que les ha referido, pues consideran que informará a este acerca de la alteración o el tratamiento del nuevo paciente.

Por lo tanto, respete siempre el derecho de privacidad de sus nuevos pacientes, sobre todo al principio. A menudo llegará a saber el nombre del referidor, normalmente mediante una conversación casual.

¿Quién debería visitar primero al paciente?

Siempre se plantea la cuestión de quién debería visitar primero al paciente: usted o su higienista. Ambas opciones tienen ventajas e inconvenientes. Incluso si el paciente desea una visita sólo como profilaxis, puede ser importante que usted vea y conozca al paciente. No sólo le será valioso identificar las principales dudas del nuevo paciente, sino que también le resultara bastante útil explorar al paciente antes de que su higienista altere el aspecto de la boca. Una ventaja clara es la posibilidad, si resulta necesario, de recomendar al paciente un programa de tratamiento de los tejidos blandos antes de programar una visita de profilaxis. Eso también puede hacer notar antes al paciente lo esencial de tener un tejido sano antes de planificar cualquier tratamiento estético.

Observe el cálculo dental, las tinciones y la patología oral inicial para proporcionar la máxima ayuda al paciente. Asegúrese asimismo de tomar fotografías antes de que la profilaxis elimine las tinciones o cualquier otra característica visible que indique cómo el paciente cuida de su boca.

¿Qué debe observarse?

Antes de la profilaxis, observe al paciente y preste atención a lo siguiente:

  1. Tinciones.  Tipos e intensidad.
  2. Cálculo. Cantidad y tiempo transcurrido desde la última profilaxis.
  3. Placa dental. La mayoría de los pacientes intentan cepillarse los dientes lo mejor posible antes de la visita al dentista, por lo que una gran acumulación de placa debería darle una idea de la falta de higiene.
  4. Hábitos. Una visita de profilaxis podría eliminar información valiosa acerca de los hábitos nocivos del paciente. Por lo tanto asegúrese de visitar a cualquier paciente antes de que se lleve a cabo la visita de higiene dental.
  5. Actitud. Otra razón para ver al paciente antes de la visita de higiene seria obtener una idea más precisa de su personalidad. Después de una visita de profilaxis de 30 a 50 minutos de duración, el paciente puede estar estresado, desorientado o incluso no comunicativo.

Fuente: Libro de Odontología estética por Ronald E. Goldstein, volumen 1.