Preparación del campo estéril

Después de hacer la antisepsia de la piel, se crea un campo de trabajo bacteriológicamente aislado.  Para ello se colocan compresas estériles llamadas campos y sábanas estériles, dispuestas en posición específica para mantener la esterilidad de la superficie en la que se puedan apoyar temporalmente las manos enguantadas y los instrumentos estériles con los que se trabaja.
En este momento, ya se tienen cubiertas estériles en las mesas auxiliares y la mesa de Mayo. Entonces, también se cubre al paciente y a la mesa de operaciones, y se deja en el centro del paciente una ventana que expone la región anatómica preparada para operar y aislada en un medio estéril.
Todos los instrumentos que se han de poner en contacto con la herida se manejan dentro de este espacio restringido para impedir la llegada de microorganismos durante las maniobras quirúrgicas.

Campos estériles

Las dimensiones de los campos son variables, miden 60 x 90 y sirven para circundar la región anatómica en la que se ha de operar y se pueden adaptar en número y disposición a todas las regiones anatómicas. Las sábanas de pies y cabeza son de 120 x 180 cm y se usan para aislar regiones completas, como los pies o la cabecera del enfermo.
La sábana hendida es de 2.5 x 1.8 mt. Tiene una ventana o hendedura central, de orientación longitudinal y con refuerzo en su borde. Con esta sábana se cubre al paciente, y la mesa de operaciones y se extiende sobre la pantalla que separa el área de trabajo del anestesiólogo en la cabecera de la mesa.
Los campos y las sábanas se doblan de tal modo que las personas vestidas con ropa estéril puedan manejarlas con facilidad, y para que al desplegarlas queden listas para su uso.
En general, los campos se doblan por la mitad, y después en cuartos con el extremo visible para identificarlo con facilidad.
Las sábanas simples y hendida vienen plegadas en forma de acordeón, para facilitar su abertura y extensión sobre el paciente.

Comportamiento del personal

  • El instrumentista toma del bulto de la mesa de riñón la sábana de pies y la entrega al ayudante.
  • El ayudante y el cirujano la extienden sobre las extremidades inferiores del paciente de tal manera que cubra desde los genitales hasta las extremidades inferiores.
  • Al extender los extremos de la sábana, las manos enguantadas se protegen atrás de un repliegue de la misma sábana contra el contacto con superficies no estériles.
  • La sábana de cabeza se extiende del mismo modo y cubre desde la porción media del tórax hasta la porción cefálica del paciente y pasa sobre el aro de metal que formará la pantalla de ropa estéril que ha de separar el área de trabajo del anestesiólogo.
  • En seguida el instrumentista toma uno por uno los 4 campos y los entrega al cirujano y al ayudante.
  • Ellos colocan cada campo doblada por la mitad o en un cuarto de superficie de tal manera que quede enmarcado el sitio donde se efectuará la incisión.
  • Finalmente, la sábana hendida sin desdoblar se entrega al cirujano, quien la coloca orientada en sentido longitudinal sobre el enfermo y después la desdobla o extiende con auxilio del ayudante.
  • Se acostumbra cubrir primero la cabeza y después los pies.
  • Se aproxima la mesa de mayo con los instrumentos ya colocados en ella y la mesa de riñón.
  • La luz se hace converger en la zona preparada.
  • Se colocan las cánulas de aspirador de tipo Jankauer conectadas a tubos de hule ámbar estéril y se fijan con pinzas de campo para evitar que se deslicen.