Cubismo

A diferencia de movimientos de menor coherencia formal interna, como por ejemplo el Dadaísmo (que permitió una inmediata adaptación de sus principios intencionales a toda Europa, y de cuyos diversos grupos nacieron distintas formas Dadá), el Cubismo se integra en lo que venimos clasificando como movimientos escolásticos, en la medida en que análisis mental y estilo formal se configuran como modelo doctrinario con las subsiguientes dificultades para su inmediata asimilación por el diseño gráfico, debido al riesgo ineludible del plagio que comportaría la aplicación de tan canónico estilo.

Georges Braque, 1911

A pesar de ser el primero en la historia, iniciado ya en el Paul Cezanne impresionista y materializado en toda su dimensión estilística por artistas, no sólo contemporáneos consumidores del Art Nouveau, como Georges Braque, sino activos militantes del Modernismo en sus momentos culminantes, como Pablo Picasso y Juan Gris, el Cubismo no será integrado al repertorio del diseño gráfico convencional hasta muchos años después, previamente asimilado por las vanguardias posteriores, quienes lo destilan gradualmente permitiendo ya ciertas licencias y adulteraciones respecto del ortodoxo producto original.

La sustitución del espectro corpuscular impresionista por el llamado «color local» de los objetos; la de la apariencia visual de una forma por la «cualidad misma» de tal forma; la reducción, en fin, de las formas figurativas de la naturaleza a la jerarquía estructural de cubos, cilindros, conos o pirámides, no fueron solamente el aparato formal con que se expresó el Cubismo, sino también los fundamentos de todas las vanguardias no figurativas, desde Kandinsky a Malevitch o Mondrian.

El cubismo nace como vanguardia artística hacia 1908 en Francia (tres años después que Albert Einstein diera a conocer su teoría de la relatividad, a la que algunos críticos han remitido para explicar el nuevo concepto espacio-tiempo que propone el Cubismo), en un período en el cual el Art Noveau está todavía en plena producción.

Al margen de cualquier otra consideración sociológica o cultural, el decidió apoyo prestado por la industria a la comercialización del Modernismo invalida, por el momento, todo intento de subvertir los valores formales establecidos y aplazan, en consecuencia, la domesticación del Cubismo hasta muy entrada la década de los veinte (A partir de la creación de la Agrupación de Artesanos de la Compaignie des Arts Français, en 1919, de la influencia ejercida por la estética de los Ballets Russes de Diaguilev, por el establecimiento de diseñadores e ilustradores extranjeros, en su mayoría rusos emigrantes como Romain de Tirtoff («Erté»), Fedor Rojanovsky o Alexander Brodovitch, y sobre todo, con la organización de la gran Exposition des Arts Decoratives de 1925 en París), dando como resultado un impreciso y tardía estilo decorativo bautizado muy posteriormente como Art Déco, al que integraron, no sólo las formas compositivas procedentes del Cubismo, sino también aspectos fauvistas, fórmulas no-objetivas, recursos metafísicos y puristas, y en general, algo de todo lo que se había producido después del impresionismo en Francia.

La presencia de la tipografía impresa como «entidad pictórica» autónoma (propugnada ya en el manifiesto futurista, en especial cabeceras de periódico, etiquetas de licores, partituras musicales, paquetes de cigarrillos o columnas de texto pegadas al lienzo), indica, de una parte, el nacimiento del collage, y de otra, la nueva síntesis compositiva ordenada tras la descomposición de los objetos, de su posición yuxtapuesta y de la transparencia resultante, violando la tradicional noción de plano.

Hallazgos cubistas que los dadaístas más «analíticos» estudiarán con sumo interés, como Kurt Schwitters, Raoul Hausmann, y Hannah Höch, conduciendo las técnicas del collage y el papier collée cubistas a las puertas del fotomontaje. Unas y otros siguen constituyendo hoy, en diseño gráfico, formas habituales de expresión perfectamente «académicas» y tipificadas.

Fuente: Apunte Historia del Arte del Siglo XVIII al Siglo XX de la U de Londres