Encamado en el cultivo de tomates

Es la última práctica de la preparación de suelo y consiste en formar la cama donde se trasplantará el tomate. El objetivo es levantar las camas por lo menos de 25 a 40 cm., y se dejan de 0.8 a 1.0 mt. de ancho superior, distanciadas a 1.5 mt. de centro a centro de cama. Si se piensa utilizar un rotocultivador las camas deben de ser aun más altas; para cuando pase el rotatiler, la cama quede del alto deseado.

Ventajas agronómicas del encamado: mejor drenaje, mejor aireación (las raíces necesitan oxígeno), el suelo está suelto para que las raíces se desarrollen mejor, etc.

Recuerde que sus camas deberán ser lo más altas posible durante la época lluviosa, para que después de una lluvia fuerte, la cama logre drenar el agua a nivel radicular y así evitar daños por pudrición o falta de oxigeno.

Ventajas culturales del encamado: facilita la aplicación de herbicidas de contacto, facilita el trasplante, facilita la limpia a mano, evita la compactación de la cama al momento del laboreo, facilita la cosecha, etc. Estas ventajas se deben a que el alto de la cama le permite al personal agacharse menos para realizar ciertas labores y hacen un trabajo más rápido.

Las camas se elaboran con implementos ya fabricados especialmente para esta práctica, los cuales se conocen como discos bordeadores o preencamadoras y encamadoras; pero también se pueden utilizar surcadores de caña, poniéndolos en una barra porta herramientas al distanciamiento recomendado.

Fuente: Centro de inversión, desarrollo y exportación de agronegocios