Papel ecológico y papel reciclado

En general, la gente confunde estos términos y habla solo de papel «reciclado», la realidad es que el papel reciclado es solo uno de los papeles «ecológicos».

Los papeles ecológicos, no solo incluyen a los papeles reciclados, sino también a los papeles que se fabrican con celulosas libres de cloro o bien con celulosas de fibras anuales tales como el algodón o el bagazo de caña.

Los papeles que se fabrican con celulosa libre de cloro se consideran ecológicos pues el cloro es un compuesto muy contaminante tanto del aire (acaba con el ozono) como del agua (pues acaba con la vida en ríos y lagos).

Las celulosas libres de cloro son blanqueadas con oxígeno.

Los papeles que se fabrican con celulosas de fibras anuales se consideran ecológicos pues los recursos se renuevan más fácilmente que los árboles.

En cuanto a los papeles reciclados se refiere, son ecológicos porque en su fabricación utilizan papel «viejo» (ó desperdicio de papel) que se vuelve a utilizar.

En este sentido, existen dos tipos de desperdicio de papel que se puede utilizar para fabricar papel nuevamente:

Desechos pre-consumidor: es papel que nunca ha sido utilizado para sus propósitos iniciales de impresión.

Este incluye papel sin imprimir, papel dañado que la imprenta no puede usar, desechos de refinado y desperdicios del molino de papel o procesos industriales como fábricas de sobres o formas.

Desechos post-consumidor: esta categoría de papel incluye publicaciones, papeles de oficinas, bolsas y cientos de otros desechos domésticos.

Los desechos postconsumidor son seleccionados, atados y enviados nuevamente al molino en lugar de un tiradero.

Fuente: Apuntes de Introducción a los Sistemas de Impresión de la U de Londres