Bosque de lluvia tropical

En el bioma del bosque de lluvia tropical, la precipitación suele estar distribuida más o menos regularmente durante el año entero. La temperatura anual media se sitúa entre 20 y 28 °C, con una fluctuació n estacional muy pequeña; de hecho el cambio entre las temperaturas de día y de noche es mayor en el bosque de lluvia que la fluctuación media de temperatura anual.

Ni la temperatura ni el agua constituyen factores limitativos de desarrollo animal o vegetal. Las condiciones del suelo ejercen alguna limitación sobre el crecimiento de las plantas. Las acciones reciprocas bióticas son muy importantes como factores limitativos; en efecto, hay más clases diferentes de esta región que en cualquier otro bioma.

Seres tan raros como los loros, hormigas armadas, y tapires son representativos de la diversidad de la vida en el bosque de lluvia tropical. Pero en cambio, hay menos individuos de cada especie por unidad de área que en los demás biomas. La vida vegetal alifática arbórea está particularmente bien desarrollada en los bosques de lluvia de América Central y de Sudamérica. Las orquídeas y las plantas tanque, normalmente abundantes. Estas últimas capta n el agua de lluvia en sus cuencas foliáceas, formadas por sus rosetas de hojas y comunidades acuáticas de insectos, ranas y otros organismos se desarrollan en estos charcos.

La fronda del bosque de lluvia se hace prácticamente continua en algunos lugares, de modo que el suelo del bosque recibe poca luz; por consiguiente, la maleza está poco des arrollada en ellos. Allí donde el dosel es discontinuo, el bosque es mucho más complejo, y árboles de diversas alturas presentan un cuadro por capas o por pisos.

Largas enredaderas colgantes llamadas lianas, descienden en estas regiones del dosel. La mayoría de las plantas son siempre verdes, y muchas de ellas exhiben«puntas de goteo», lo que constituye, al parecer, un rasgo de adaptación para facilitar el escurrimiento del agua de lluvia.

Debido a la alta humedad constante, una comunidad vegetal en miniatura, compuesta de musgos y hongos, puede desarrollarse en la superficie de una ancha hoja húmeda de un árbol o un arbusto en muy poco tiempo. Estas plantas diminutas, que se establecen en la superficie de las hojas, se designan como epifitas. Estas epifitas reducirán la capacidad fotosintética de la hoja (y por consiguiente del arbusto o del árbol) en la luz exigua de la vegetación inferior del bosque.

Las puntas de goteo de muchas especies vegetales constituyen pues, una ventaja manifiesta para proteger a las hojas contra el desarrollo de un crecimiento excesivo de epifitas.