Prevención de incendios

El fuego

Combustión:

La combustión es una reacción de oxidación entre un cuerpo combustible y un cuerpo comburente (generalmente oxígeno), provocada por una fuente de energía, normalmente en forma de calor.

Esta reacción es exotérmica (desprende calor). Cuando el combustible se combina totalmente con el oxígeno sin dejar más productos residuales que CO2 y vapor de agua, recibe el nombre de combustión completa.

Si el combustible no se combina totalmente con el oxígeno por ser insuficiente la cantidad de oxígeno en el ambiente, recibe el nombre de combustión incompleta, desprendiendo monóxido de carbono (CO).

Tipos de combustión. En función de la velocidad de la reacción, se consideran cuatro tipos de combustión:

Combustión lenta u oxidación: Se produce sin emisión de luz y desprende poco calor.

Combustión rápida o fuego: Se produce con fuerte emisión de luz y de calor en forma de llamas y con una velocidad de propagación inferior a 1 metro por segundo.

Combustión deflagrante o deflagración: Se produce cuando existe una masa de gas mezclada con una cantidad de aire que asegura su combustión, por la inflamación de mezclas aéreas de polvos combustibles, etc.

En la deflagración, la masa de gas arde súbitamente dando un frente de llama de alta temperatura (aproximadamente 1700ºC-1800ºC) que se propaga como una bola de fuego a velocidad superior a 1 metro por segundo e inferior a la velocidad del sonido (333 m/segundo).

Aunque cesa una vez que se consume el gas existente, puede dar origen a otros fuegos por combustión de substancias o combustibles próximos.

Provoca la aparición de fenómenos de presión con valores comprendidos entre 1 y 10 veces la presión inicial, generando efectos sonoros o “flashes” Sus efectos sobre las personas no protegidas son de quemaduras graves causadas por la onda de radiación del frente de la llama.

Combustión detonante: Se define habitualmente como detonación o explosión la combustión que se produce con una velocidad de propagación de la llama superior a la del sonido (333 m/seg.).

En este caso, la combustión de la masa de gas se realiza en décimas de segundo, estando acompañada de la onda de choque de la explosión la cual, por su elevada presión (con valores que pueden superar en
100 veces la presión inicial), ocasiona daños sobre las estructuras próximas a ella, con perdidas de bienes y vidas.

Fuente: Manual S.E.P.E.I. de Bomberos, Publicaciones de la Diputación de Albacete