Motivos mas usuales para los incendiarios

Perturbaciones del comportamiento (piromanías): Engloba los casos en que la conducta del incendiario no es usual, presentando rasgos de enfermedad.

Suele darse entre personas mentalmente desequilibradas que, en general, siempre actúan solos, generalmente de noche y alejados de su zona de residencia o trabajo, y suelen ser autores de los incendios de origen misterioso en edificios desocupados o aislados, aunque los campos es su fuego favorito por la mayor facilidad de quedar impunes.

Es frecuente que se encuentren entre los primeros que se presentan a ver el incendio, incluso que den las alarmas y que ayuden a los Bomberos para alejar de ellos toda sospecha.

A veces, han llegado a incendiar sus propias casas y campos e incluso las propias ropas.

El incendiario es difícil de descubrir, debido a la carencia de motivos reales, aunque se advierte en ellos:

– Una cierta obsesión por el incendio.
– Gran complacencia en incendiar todo cuanto pueda.
– Ansia de prestigio, poder, odio, venganza, o disgusto.
– Búsqueda de emociones fuertes. Deseo de sentirse héroes.
– Cierta experimentación de placer cuando ven arder algo y que provoca alarma.

Vandalismo: Es la causa que más incendios provocados produce. En general son actuaciones en pandillas, normalmente de jóvenes inadaptados, influenciados por la personalidad del líder de la misma, o por alcoholismo o drogadicción.

Defraudar a compañías de seguros: El incendio puede haber sido provocado por las razones siguientes:

Liquidar una empresa (“venderla” al seguro), para evitar la bancarrota o el fracaso financiero.
Destruir cosas muebles (cuadros valiosos) previamente aseguradas.
Destruir inmuebles viejos asegurados previamente.
Destruir artículos invendibles (defectos de fabricación, pasados de moda, cancelación de pedidos, etc…).
Deshacerse de maquinaria anticuada o gastada.

Rivalidado o competición en los negocios: Cuando se persigue ocasionar daños para eliminar a molestos competidores o exigir “cánones de protección”.

Desfalcos o falsificación de documentos: Destruir libros, registros u otras pruebas incriminatorias.

Burlar disposiciones legales: Para destruir un edificio “protegido” para construir uno nuevo o eludir el cumplimiento de leyes sobre edificaciones o salubridad.

Delito encubierto: Para ocultar un delito anterior (asesinato, robo, delito sexual, etc. seguido de incendio para borrar huellas), destruir pruebas comprometedoras (simulación de accidente o suicidio en un homicidio) o para cometer un asesinato con el mismo fuego (en crecimiento).

Sentimientos o pasión: Para ocasionar daños por odio o venganza, celos, envidia (frecuente en zonas rurales por lindes, aguas, etc..) o por vanidad (deseo de llamar la atención).

Intimidación o sabotaje: Por motivos sociales o políticos, conflictos y reivindicaciones personales, intimidación a un testigo de un pleito (en la puerta de la casa a quien se quiere intimidar) o a empresas (exigencias injustas o ilegales).

Incendio de “COBERTURA”: Continuación de incendios por un cómplice, cuando el culpable ha sido detenido por sospecha.

Fuente: Manual S.E.P.E.I. de Bomberos, Publicaciones de la Diputación de Albacete