Bombas centrifugas

Las bombas centrífugas constan de una entrada axial, un rodete con paletas y un colector de salida tangencial.

Por la entrada axial llega el agua a la bomba proveniente del tubo de aspiración o de la cisterna de un vehículo.

Luego entra en el rodete, que gira a gran velocidad, impulsando el líquido hacia fuera por efecto de la fuerza centrífuga.

El líquido adquiere una gran energía cinética y, cuando pasa al colector, se transforma en energía potencial, es decir, en presión.

La primera operación para poder trabajar en una bomba es llenarla con agua. Para realizar esto se utilizan dos sistemas: O llenar la bomba por gravedad utilizando un depósito situado a un nivel superior al de la bomba, o efectuando la aspiración.

Para realizar la aspiración se ha de efectuar el vacío en la bomba y en la manguera de aspiración extrayendo el aire allí contenido.

Creado el vacío, la presión atmosférica obligará al agua a elevarse llenando la manguera o mangote de aspiración y el cuerpo de la bomba.

Esta operación de extracción del aire y llenado de agua se denomina “cebado”. La altura de aspiración es la diferencia de nivel, en metros, entre el eje de la bomba y la superficie del agua.

En la práctica esta altura de aspiración no debe pasar de 6 metros, con una instalación de 8 a 10 metros de longitud como máximo.

Fuente: Manual S.E.P.E.I. de Bomberos, Publicaciones de la Diputación de Albacete