Normas para la instalación

– Se emplearán solamente las mangueras necesarias preservándolas de la acción del fuego.

– En las curvas, se procurará que no se produzcan ángulos vivos.

– Las mangueras deben instalarse paralelas a las aceras.

– Se evitará cruzar las calles con las mangueras, siempre que sea posible.

– Se debe evitar el paso de vehículos sobre las mangueras, llenas o vacías. Improvisar o utilizar “salvamangueras”, si se dispone de ellos, en los puntos por donde puedan cruzar vehículos.

– Antes de la bifurcación conviene dejar un bucle de reserva con la manguera para, en caso necesario, poder emplearla como ataque.

– En los puntos de ataque, conviene dejar bucles con la manguera para aumentar la capacidad de movimiento.

– Nunca se deben arrastrar las mangueras.

– No se deben pisar las mangueras con las botas, ni siquiera para vaciarlas más rápido, ya que se puede dañar su tejido con el material de las propias botas o con las pequeñas piedras que pueda haber en el terreno.

– Se manejarán los racores con cuidado para evitarles golpes que los podrían deformar dificultando su perfecto acople.

– Al terminar el servicio, se enrollarán y colocarán en el vehículo. Una vez en el Parque, se lavarán y colgarán para que sequen antes de volver a colocarlas en la taquilla del vehículo.

– Las mangueras se guardarán siempre secas ya que, de hacerlo estando húmedas, se deteriorarían.

– Las mangueras se guardarán lejos de puntos calientes (estufas, radiadores).

– Las dobleces que se hacen al guardar las mangueras deben cambiarse regularmente (mínimo, cada 60 días) para evitar que aquellas se dañen.

Fuente: Manual S.E.P.E.I. de Bomberos, Publicaciones de la Diputación de Albacete