Identificación y utilización de distintos colores, soportes y medios según las intenciones de comunicación

Cualquier proyecto que emprendamos es susceptible de implicar la utilización de color. Quizá podamos trabajar a todo color, pero ciertas consideraciones económicas pueden imponer una restricción a unos pocos colores e incluso a diversos tonos de un mismo color. Recordemos que cada color introducido supone necesariamente una pasada de máquina adicional, dado que, cuando se recurre a la cuatricromía, cada color debe imprimirse por separado.

Examinemos con sumo cuidado el color que elegimos porque constituirá, posiblemente, una influencia primordial en el modo de comunicar una idea, y tengamos presente que no todos los colores son apropiados para un determinado diseño o proyecto. Por ejemplo, el lector descubrirá que los colores fríos y ligeros, como el azul y el verde, se utilizan con frecuencia en la promoción de objetos para el baño.

Los colores ocres, más cálidos, pueden proyectar, por una parte, una imagen veraniega y, por la otra, una sensación de correosidad y clasicismo. Los anuncios y los envases de perfumes recurren a menudo a una combinación de semitonos acompañados de dorados y negros que proporcionan la sensación de metales preciosos y ébano pulido, gracias a la utilización de colores que representan materiales naturales.

Sin embargo, constituiría una mala utilización del color la aplicación del rosa en la venta y promoción, pór ejemplo, de máquinas-herramienta.

En los años recientes se ha hecho posible utilizar y mezclar colores brillantes y naturales. Vemos con frecuencia, en una obra de diseño, azul brillante, amarillo y rojo. Esto se ha visto muy influido por los entorno s modernos en lo que se refiere a tiendas y a modos de vivir. Yo tendería a asociar los colores brillantes con los estilos de vida modernos y con las tendencias modernas en la comunicación de masas, mientras que los colores más oscuros, como los verdes oscuros, los colores avinados y el azul marino, son útiles para aludir a la sofisticación y la calidad.

Si, por ejemplo, un producto debe promocionarse mediante una imagen empresarial, y la gente asocia esta empresa con la calidad y la fiabilidad más que con una moda transitoria, la aplicación de estos colores más oscuros podría ser una buena opción de diseño. En cambio, si se promueven productos u organizaciones vivos y activos, quizá sea necesario lograr un equilibrio entre una sofisticación en clave oscura y un modernismo brillante y vivo.

En esta fase es beneficioso recurrir a observaciones en revistas, carteleras, rótulos y signos, envases, e incluso anuncios de televisión. Determinemos qué imagen se pretendía transmitir y valoremos su idoneidad, y después preparemos una imagen para productos que parecen armonizar con determinados colores.

Estudiemos obras de diseño del pasado y veremos qué colores pueden utilizarse hoy para evocar la sensación de otras épocas.

Los ejemplos de estas páginas deben ser un punto de partida para nuevas investigaciones. Por último, hay que experimentar siempre con colores diferentes, estableciendo la imagen que se desea proyectar.

Fuente: Apunte Taller de Diseño Gráfico Color de la U de Londres