Técnicas de visualización

La visualización es el proceso de construir una imagen concreta partiendo de una abstracta. Primero debemos procurar entrar en posesión de todos los hechos, y después embellecerlos y completarlos con nuestra propia imaginación.

Primero que nada debemos establecer a cuál de los grupos de ilustración nos vamos a enfocar (recordemos el capítulo primero), después hay que delimitar muy bien el fin y el propósito de lo que vamos a hacer. Discernamos cuál es el estado de ánimo, cuál la atmósfera que emanará de nuestro tema. ¿Es un tema alegre?

¿Debe expresar acción, violencia, actividad, vitalidad? ¿O debe ser tranquilizador, reposado, consolador o quizá sombrío? Nuestras decisiones subsiguientes dependerán en mucho de la determinación o delimitación que hagamos de la idea central. Se debe leer y comprender la historia antes de empezar a ensayar.

También hay que descubrir cómo son los personajes, los accesorios generales y la ropa en general.

Cabe aquí preguntarse ¿Cuál es la mejor manera de narrar la historia: mediante el ambiente y los personajes, o mediante los gestos y la expresión facial en un enfoque de primer plano, con paco fondo? Generalmente para la ilustración los personajes vienen primero y luego el escenario, esto sin descartar la otra posibilidad: el escenario y luego los personajes.

Se puede empezar a trabajar a partir de pequeños bocetos de imágenes ya establecidas o representando las ideas que se nos ocurran. Un procedimiento sencillo y práctico para visualizar un tema es planear lógicamente el escenario y la acción de las figuras, vistos desde cualquier ángulo.

Fuente: Apunte Taller de Ilustración Gráfica de la U de Londres