Técnicas de bocetaje

A través del boceto hacemos perceptible el objeto ideal por los sentidos (la vista). Dicho boceto es el inicio del trabajo. La mente se pone a trabajar y se realizan las transformaciones en el acto. Aquello que se quiere, se ve en la idea, a partir de la sugerencia del elemento material. Se toma el lápiz o el pincel y se comienzan a trazar líneas: a dibujar.

Un boceto es la primera aproximación al dibujo definitivo y la mejor manera de tantear una idea o una determinada figura. Se supone como una especie de entrenamiento previo al dibujo definitivo o una labor de exploración para aclarar las ideas. A veces un buen boceto es mil veces mejor que un dibujo acabado.

Es tan importante el boceto que a veces toda la información que se necesita para sacar adelante un trabajo se encuentra ahí.

El bocetaje es el paso previo antes de tener un dibujo totalmente terminado. Además es el proceso fundamental en el resultado final, ya que es el momento en el cual se plasma todo aquello que se tiene en mente y se define. De esta manera el lápiz contendrá toda la descarga creativa.

El medio ideal para dibujar ha de ser limpio. Ligero y de fácil transporte y en cualquier situación, debe tener un manejo sencillo. Tanto los lápices como las plumas esferográficas los rotuladores responden a esta descripción, aunque no sea sólo la manejabilidad la única razón par su uso.

Todos estos medios presentan una fluidez especial y una calidad de línea variable, que imprime vitalidad al dibujo. Cada una tiene su particular textura, pero la línea que se obtiene es suave y responde a la presión y movimiento de la mano

Entre todos los medio para bocetar, el carboncillo y el pastel son, quizás los que permiten trabajar con mayor libertad y soltura. Estos medios animan a adoptar una técnica y una manera de trabajar el dibujo más fácil. El carboncillo puede resultar un poco incómodo por el polvo que desprende.

También puede romperse durante el desplazamiento hacia el lugar al que se dirige a pintar. Además, al acabar la obra de carboncillo hay que rociarla inmediatamente con algún fijativo si se pretende conservar la obra. No obstante las dificultades que presenta este medio, no hay modo de imitar el grano de la línea ni la textura del carboncillo. Se usa para dar tratamiento a las líneas sólidas y contrastes acentuados al dibujo.

Fuente: Apunte Técnicas de Bocetaje de la U de Londres