¿Cuándo empezar a disciplinar?

La primera vez que el niño acerca la mano a un objeto prohibido o hace algo que sabe que no nos gusta y se asegura de que lo estamos mirando, es claro que está pidiendo límites y necesita que le ayudemos a controlarse. Es el momento de aplicar la disciplina.

Este tipo de comportamientos coincide con el gateo, alrededor de los ocho o nueve meses, y se intensifica cuando el pequeño aprende a caminar.

La independencia que adquiere al poder moverse de un sitio a otro le produce una enorme satisfacción, pero también le da miedo; quiere explorarlo todo, pero no sabe hasta dónde llegar.

Entonces se asusta y nos provoca para que le marquemos las fronteras que él no tiene claras todavía.

Fuente: Guía para padres de la Consejería de Educación y Cultura del gobierno de Extremadura