El castigo físico

El castigo físico como pegar, zarandear o pellizcar, además de ser peligroso para el niño, es un gran abuso. Nada justifica maltratarlo.

Imaginemos lo que significa para un niño pequeño que sus padres perdamos el control y actuemos en forma violenta.

Para él los golpes significan que sus papás somos más grandes y nos aprovechamos de eso; que él vive en peligro pues no puede defenderse, y que sus padres creemos en la violencia y la fuerza para resolver los conflictos.

El niño que ha sido golpeado aprende a ser violento.

Fuente: Guía para padres de la Consejería de Educación y Cultura del gobierno de Extremadura