La letra

Los elementos básicos de la tipografía son las letras de caja alta, las letras de caja baja, los números y los signos de puntuación.

Las letras evolucionaron a partir de los pictogramas e ideogramas prehistóricos para convertirse en los sofisticados signos del alfabeto latino, el sistema de escritura más ampliamente utilizado en el mundo en la actualidad.

Aunque durante siglos se han producido variaciones en algunos detalles, la estructura esencial de las letras y los números no ha sufrido ninguna transformación sustancial.

Tanto grabada en piedra como escrita sobre papel, impresa en libros o pixeladas en un ordenador, las letras siempre han utilizado las mismas estructuras básicas que utilizaban los romanos.

La modificación probablemente más destacable en la estructura de las letras ocurrió en el siglo IV cuando las minúsculas (letras de caja alta).

Mientras que la estructura de doce minúsculas permaneció cercana a la de sus correspondientes mayúsculas, catorce se volvieron marcadamente diferentes entres sus versiones en caja baja y caja lata.

Otra innovación notable consistió en la aparición de una tipografía palo seco a principios del siglo XIX. Aunque apenas se utilizó hasta finales del siglo, hoy en día el tipo palo seco es ampliamente reconocido porque responde a una sensibilidad radical que ha ejercido un impacto profundo en la tipografía moderna.

Desde la década de 1980, los programas de diseño gráfico para ordenador ha permitido a los diseñadores acceder prácticamente a todas las versiones de alfabeto latino, con anterioridad, este acceso estaba restringido a los impresores y los cajistas. Aunque ahora la selección de estilos tipográficos es inmensa, los elementos básicos continúan siendo los mismos.

Este conjunto limitado de elementos básicos – letras, números y signos de puntuación – convierte la tipografía es un ámbito del diseño especialmente estimulante.

El diseñador contemporáneo debe buscar de manera constante soluciones creativas al problema de comunicar hechos, ideas y sentimientos, utilizando únicamente estos pocos pero fecundos elementos.

La diversidad del lenguaje humano, junto con la necesidad de que la tipografía exprese sutiles inflexiones y transmita toda la estructura de información, exige una gran variedad de letras adicionales y signos especiales.

Las cursivas, llamadas inclinadas en el caso de la tipografías palo seco, se utilizan sobretodo para diferenciar textos respecto a los tipos redondos.

Sin ser molestas, aún siendo claramente perceptibles, las cursivas son indispensables para dar énfasis.

Es de vital importancia contar con un tipo verdaderamente cursivo: la simulación digital de una cursiva que se consigue inclinando un tipo redondo produce unas letras de proporciones extrañamente distorsionadas.

Las versalitas, ligeramente más espaciadas para conseguir una apariencia más refinada, se utilizan sobretodo para subtítulos, acrónimos, abreviaturas, énfasis.

Se han diseñado para corresponder a la altura de x y al peso de las letras de caja baja. Las versatilitas genuinas suelen estar disponibles únicamente en fuentes con caracteres expert.

Al reducir las letras de caja alta a la altura de las letras de caja baja se generan unas versales que resultan demasiado ligeras visualmente para ser compatibles con un texto.

Las cifras de estilo antiguo, también llamadas cifras elzevirianas, están diseñadas para tener el mismo tamaño que las letras de caja baja.

Se mezclan con el texto de una forma más suave y son deseables en el caso de las tipografías con una altura de x pequeña. Las cifras de estilo antiguo son frecuentes en las tipografías con remates, pero por lo general sólo suelen estar disponibles en fuentes con carácter expert.

Las partes de las letras

Los términos que se utilizan para designar las partes de las letras proceden de la composición de los tipos móviles. Esta terminología resultaba indispensable para la colaboración entre el diseñador gráfico y el cajista, en los tiempos en que ambas profesiones eran distintas.

Aunque el ordenador ha combinado el diseño y la composición tipográfica para convertirlo en una única actividad, la terminología continúa siendo esencial para comparar y evaluar cada tipo, y para especificar, medir y posicionar las fuentes.

Fuente: Taller de Tipografía Avanzada de la U de Londres