Etapa de declinación

Después de una etapa de elevada participación, buenas ventas y utilidades, la evolución de cualquier producto o servicio tiende a decrecer.

En este sentido, una empresa suelen registrar niveles de pérdida entre 25 y 51%, no sólo en términos de ventas y utilidades, sino –también– de participación de mercado, al no estar preparada para enfrentar los nuevos retos que se han originado.

Tales como aumento de la competencia, errores estratégicos en el manejo de la compañía, cambios en los gustos de los consumidores, modificaciones en las condiciones socioeconómicas (micro y macro), surgimiento de nuevas influencias geopolíticas (Mercosur, Nafta, TLC) y nuevos avances tecnológicos, por citar los más comunes.

Así como es necesario desarrollar nuevos productos, resulta imprescindible identificar aquellos que ya no representan una gran demanda ni un gran volumen de negocio, para tomar decisiones convenientes.

En dado caso, (1) se pueden mantener, esperando algún cambio en cuanto a la competencia (abandono del mercado); (2) reposicionar, llevando el producto a la etapa de crecimiento, de
nueva cuenta; (3) o retirar definitivamente, al notar que ya no existe salvación alguna 25.

Tal como hemos visto, cada producto presenta un ciclo de vida marcado por múltiples riesgos, oportunidades y decisiones.

Es labor de la empresa determinar cómo se va a proceder en cada etapa, para sacar a flote un nuevo producto.

Y es labor del equipo creativo, ya sea el departamento interno o la agencia de publicidad, respaldar dichas decisiones.

Fuente: Apuntes Planeación de Campañas de la U de Londres