Principio de jerarquía en la adecuación tipográfica

La palabra Jerarquía no está de moda. Trae a la memoria viejos tiempos de obediencia ciega y demasiada disciplina. Pero eso poco importa: una cosa es la jerarquía social mal entendida, y otra muy distinta la jerarquía perceptiva y de concepto, de la cual nos servimos para conocer mejor lo que nos rodea y para comunicarnos. La jerarquía, en términos de lógica visual, no es otra cosa que una manifestación de las relaciones que se producen entre las cosas que vemos y entre las cosas y nosotros mismos.

El campo de la jerarquía en la percepción

La jerarquía es un principio de valor que presenta numerosas variables y se produce en todo tipo de circunstancias. Desde el punto de vista de la creación gráfica, es de particular importancia cuando se considera en relación con la información que una persona recibe, ya que el principio jerárquico hace que valore más aquello que le afecta o es de su interés. El ser humano dispone de unas capacidades limitadas tanto en la percepción como en el conocimiento.

Necesita tiempo para asimilar y para comprender. Incluso tiempo para ver, aunque esto apenas lo apreciemos.

Mientras esto suceda, los valores jerárquicos actuarán como un filtro que ordena la información. Muchos de los valores que aplicamos en nuestra relación con el exterior son aprendidos, otros son de tipo personal y otros tantos parecen tener profundas raíces en nuestra naturaleza. Algunos de ellos presentan una faceta marcadamente visual. A éstos últimos les dedicaremos una especial atención. Entre los aspectos que pueden hacer variar los valores jerárquicos de una persona en un momento dado están los que se refieren a la atención selectiva. Es decir, situaciones en las cuales un individuo busca o espera algo concreto.

Esta atención selectiva afecta a los siguientes parámetros:

– El interés, que se desvía hacia un campo concreto.
– La situación, que es analizada con fuerte tendenciosidad por el individuo.
– Los valores, que se adaptan a las circunstancias y pueden modificarse.

Fuente: Introducción a la tipografía de la Universidad de Londres