Teoría atómica

La teoría atómica es una teoría sobre la naturaleza de la materia. Según ésta, toda la materia se compone de átomos.

Importancia

La importancia de esta teoría no puede ser exagerada. Se ha dicho (por ejemplo el premio Nobel Richard Feynman) que la teoría atómica es la teoría más importante en la historia de la ciencia. Esto se debe a las implicaciones que ha tenido, tanto para la ciencia básica como por las aplicaciones que se han derivado de ella.

Toda la química y bioquímica modernas se basan en la teoría de que la materia está compuesta de átomos de diferentes elementos, que no pueden transmutarse por métodos químicos. Por su parte, la química ha permitido el desarrollo de la industria farmacéutica, petroquímica, de abonos, el desarrollo de nuevos materiales, incluidos los semiconductores, y otros avances.

Una gran parte de la termodinámica se entiende en términos de la teoría cinética, en la que se considera que los gases están compuestos de átomos o moléculas que se comportan de acuerdo con las leyes de Newton. La termodinámica fue una fuerza importante que impulsó la revolución industrial.

Historia

La existencia de átomos (pedazos de materia indivisibles, separados entre sí por vacío) fue propuesta por primera vez, como conjetura conceptual, por filósofos griegos como Demócrito y Leucipo, llamados por esto atomistas. El concepto fue revivido siglos más tarde por Rudjer Boscovich en el siglo XVIII, y posteriormente aplicado a la química por John Dalton.

Rudjer Boscovich basó su teoría en la mecánica Newtoniana, y la publicó en 1758, en su Theoria philosophiae naturalis redacta ad unicam legem virium in natura existentium. De acuerdo con este trabajo, los átomos son puntos sin estructura, que exhiben fuerzas de atracción y repulsión, dependiendo de la distancia. John Dalton usó la teoría atómica para explicar por qué los gases siempre se combinan en proporciones simples. Con el trabajo de Amedeo Avogadro, en el siglo XIX, los científicos empezaron a distinguir entre átomos y moléculas.

Desde principios del siglo XX, con los trabajos sobre radioactividad de Marie Curie y el nacimiento de la mecánica cuántica, se abandonó definitivamente la idea del átomo indivisible como base de los elementos (aunque no se descarta que haya una partícula subatómica verdaderamente indivisible).