Floripondio o florifundio

El árbol es originario de la América, especialmente de Perú y Chile, de donde fue enviado de Nueva España, en donde se naturalizó, Abunda en varias regiones de la República. Las flores blancas y hojas de floripondio contienen resina, ácido tánico, dextrina, atropina, y sales minerales. La acción terapéutica de esta planta que nos ocupa, se debe a la atropina. Hay que usarla con precaución, pues como hemos dicho su principio activo, la atropina, es un veneno enérgico aún en dosis pequeñas.

El floripondio puede usarse en cocimiento de una hoja en 100 gramos de agua tomándose una taza en la mañana y otro a la hora de acostarse, para combatir algunos estados espasmódicos, olorosos como en los cólicos intestinales, cólicos hepáticos y en las neuralgias.

Puede usarse también en tintura, la cual se prepara con 50 gramos de hojas frescas de floripondio y 100 gramos de alcohol, dejándolo 12 días en maceración y filtrándolo. La tintura puede utilizarse localmente en fricciones y dolores en las articulaciones.