Eucalipto

Este árbol se encuentra en abundancia en numerosos lugares de la República. Es de crecimiento rápido, alcanzando grandes dimensiones. De las hojas de eucalipto según Brum se extrae una sustancia llamada Eucaliptina, que parece ser isómera con el eucaliptol. Contiene además una goma-resina que es abudante en el tronco del árbol.

El eucaliptol es febrífugo, se ha usado para combatir el paludismo, pues aun cuando no destruye el hematozuario disminuye los accesos y los hace menos intensos y usándose junto con la quinina la duración del paludismo es más corta. El útil en la bronquitis catarral, calmando la tos, favoreciendo la expectoración, desapareciendo la inflamación. Se emplea con buen éxito en el asma, obteniendo como sedante del sistema nervioso, disminuyendo el ansia y la dificultad de la respiración evitando el espasmo de los músculos inspiradores.

Es útil en la tuberculosis tanto porque después de su ingestión es eliminada la esencia por la superficie brónquica, desinfectando o desinflamando las mucosas. Haciendo un cocimiento de 15 gramos de hojas en medio litro de agua y tomándose 3 veces al día es muy útil también en el catarro del estómago y en las enteritis infecciosas como la fiebre tifoidea.