Exploración del sitio

La etapa de exploración constituye la confirmación de la elección del sitio escogido para la localización de la casa por condicionantes arquitectónicos. Por lo que, una vez definida la ubicación y el trazo de la casa, se deberá proceder a la excavación de pozos de exploración.

Si no está definido el plan (proyecto), se ubicarán los pozos en los cuatro lados del predio o en las esquinas.

Cuando se cuenta con el proyecto, los pozos se localizarán bajo los ejes estructurales de la futura vivienda, de los muros principales.

El mínimo deseable de pozos es cuatro, localizado uno por cada lado de la casa.

Los pozos serán de dimensiones mínimas para que una persona excave cómodamente y en forma segura hasta 2 m de profundidad.

Deberán observarse todas las precauciones posibles para evitar accidentes por caídas hacia el pozo del material producto de la excavación o por derrumbes de las paredes.

La profundidad del pozo se recomienda que llegue hasta encontrar un estrato de roca, o bien hasta penetrar por lo menos 50 cm. En un estrato tan resistente que sea muy trabajoso, habrá que excavar con pico o cuña.

Si la profundidad del pozo alcanza los 2 m y no se ha encontrado un estrato resistente, se suspenerá la excavación, y para la elección del tipo de suelo se considerará como blando.

Como actividades complementarias de la exploración podrán observarse los cortes naturales cercanos como son acantilados y barrancas; así como el interior de norias o excavaciones vecinas.

Fuente: Manual de autoconstrucción, manos a la obra de IMCYC