Competencia intraespecífica

La competencia entre los miembros de una misma especie se denomina competencia intraespecífica. Esta es la competencia más severa y también está relacionada con el espacio. Mientras más elevada sea la densidad de la población, mayor será la oportunidad de competencia debido a que hay más contactos entre los organismos. Para algunas especies, cierto grado de competencia es bueno, debido a que por la selección natural solamente sobreviven los «mejor» dotados. Pero no es buena demasiada competencia

El exceso  de  competencia intraespecífica se anula en muchas formas. Los  ciclos biológicos pueden ser tales que se elimina este tipo de competencia. Por ejemplo, las ranas adultas no compiten con los renacuajos debido a que sus hábitats y sus alimentos son diferentes. El periodo de vida también puede reducir la competencia. En muchos animales, los adultos mueren poco después que han nacido sus descendientes, por lo que los viejos y los jóvenes no compiten por el alimento o por el espacio.

Por otro lado la dispersión de esporas y de semillas por las plantas también; evita la competencia entre los miembros de la misma especie. En organismos en los que los padres no mueren después de haber producido sus descendientes, es común el cuidado maternal. Esto evita la competencia debido a que los hijos dependen de la madre.

Entre los animales sociales, las jerarquías y la territorialidad reducen conflictos. Una vez que se ha fijado la jerarquía social, disminuye la competencia por el alimento, la pareja y el espacio. La actividad no productiva decrece, por lo cual, los animales tienen más tiempo para«hacer su vida». Después que un pájaro macho ha establecido su territorio está en posibilidad de atraer una hembra. Se lleva a cabo el apareamiento y no hay más peleas después de haber sido puestos los huevos. El territorio del macho también ofrece espacio suficiente y alimento para mantener a toda la familia.

En las sociedades cuyos miembros tienen tareas definidas, también hay competencia intraespecífica reducida. En las sociedades de insectos como las de las abejas, hormigas y termitas, sus funciones hasta cierto punto, se determinan genéticamente. Por lo general, hay una reina que produce todos los nuevos miembros de la sociedad. Otros miembros de la sociedad pueden desempeñar papeles de obreros, soldados o forrajeadores. Con el reparto del trabajo y las actividades, se reducen los conflictos y la competencia entre los miembros de la sociedad.

La sobrepoblación puede conducir a cambios de comportamiento y cambios fisiológicos entre los miembros de la misma especie. Si la sobrepoblación de ratas llega a ser un hacinamiento y no puede escapar, se incrementa el comportamiento agresivo dando por resultados más muertes que las comunes. Los nidos podrán ser mal construidos o no se construyen.

Los cambios hormonales resultantes del stress son capaces de causar la reducción en las camadas. En algunos casos no hay producción de crías. Algunas veces, los pequeños son abandonados o devorados por los padres.

Como resultado de estos cambios fisiológicos y de comportamiento, disminuye el número de nacimientos y aumenta el número de muertes. El resultado es la reducción del tamaño de la población a un número que pueda soportar el ambiente. Por tanto, una población no solamente se regula por fuerzas externas, también por actividades internas.