Efectos secundarios provocados por sismos

Llamamos secundarios a estos efectos porque los daños que causan no son provocados por vibración del suelo directamente sobre la estructura, sino que, por las condiciones locales del terreno (tipo de suelo topografía, condiciones hidráulicas, etc.) se provocan alteraciones al medio circundante que afectan en mayor o menor grado a las viviendas y a la vida de sus ocupantes. Se puede mencionar los siguientes:

Maremotos

Cuando los temblores ocurren en la profundidad del océano, dependiendo de su intensidad y extensión, se provocan marejadas que afectan las zonas costeras.

Estas marejadas son precedidas de un súbito retiro del mar hacia el océano y en seguida viene el regreso del agua, con olas de gran altura, subiendo el nivel del mar varios metros por encima del normal.

Estos volúmenes tan grandes de agua causan destrucción en pocos minutos, y sin embargo, las estructuras de viviendas con muros de mampostería o de concreto armado ofrecen muy buena resistencia contra el impacto del agua.

Derrumbes

En los lugares con topografía muy accidentada, siempre existe el peligro de derrumbes y desgajamientos de cerros cuando ocurren temblores fuertes.

Cuando los cerros están compuestos por suelos de material suelto y la vivienda se localiza en las cercanías de taludes o en valles al pie de los cerros, es mayor el riesgo.

Lo único que se puede hacer, relativo a la construcción de la vivienda, es seleccionar su localización evitando los lugares indicados.

Licuación de suelos

En suelos arenosos donde el nivel freático es prácticamente superficial, son muy altas las probabilidades de que durante un sismo se presente la licuación de suelos.

Al vibrar las partículas del suelo, el agua que se encuentra entre ellas fluye, lubricando el contacto entre granos provocando una súbita pérdida de la capacidad de carga del suelo; los granos de arena se colapsan y el agua sube formando pequeños cráteres de arena.

Este fenómeno ocasiona asentamientos repentinos e incli-nación de las construcciones.

No existe solución técnicamente segura para evitar estos daños. Sin embargo, pueden tomarse medidas preventivas para reducir sus efectos en la construcción.

– Retiro de capas superficiales del suelo más suelto para sustituirlas por material apto para rellenos compactos como es el tepetate (la arena no puede compactarse suficientemente a menos que se mezcle con suelos arcillosos o limosos).

– Hincado estacones de madera, concreto o metálicos en zonas directamente bajo los muros. Al hincar los estacones, los golpes producirán vibraciones en el suelo que provocarán la compactación de la arena.

Mientras más profundo sea el hincado el estacón, mejores serán los resultados. Si adicionalmente se colocan las estacas en dos hileras paralelas y cercanas entre sí, además de la compactación se logra un confinamiento del suelo que ofrece mayor protección contra los asentamientos.

Asentamientos

En determinadas condiciones, durante un sismo pueden ocurrir fallas del suelo, a la construcción, misma que provocaría efectos indirectos sobre la vivienda.

Terreno

En su elección está un buen inicio para obtener una vivien-da cómoda, económica y segura. Probables problemas de la construcción pueden minimizarse o, mejor aún evitarse si se conocen las condiciones técnicas favorables al adquirir un predio.

El futuro adquiriente debe observar con detenimiento las alternativas, una vez que conoce: físicamente el terreno, la opinión de autoridades y técnicos locales, las viviendas cercanas, los problemas característicos de la colonia, etcétera.

Los predios se clasifican por el nivel socio económico, ubicación y dimensiones en:

Popular (o de interés social)
Medio
Residencial
Campestre

Según el tipo de suelo, los terrenos se clasifican comunmente en:

Blandos
Medios
Duros

El interés de conocer la consistencia y resistencia del suelo radica en tener diferentes alternativas para la cimentación y elegir la más económica e indicada.

La buena orientación por el aislamiento, y los vientos dominantes pueden ayudar a una buena solución arquitectónica, empezando con el terreno. Para ello se conocerá las características del clima local.

Topografía

La incidencia que tienen los costos en la vivienda, varía según el lote tenga nula, poca, mediana o mucha pendiente.

Cuanto mayor es la pendiente, más aumenta la complejidad constructiva de la vivienda y los movimientos de tierra (excavación relleno), resultando cimentaciones muy profundas con la consiguiente problemática de muros de contención.

Se considera que un terreno plano, de 0 a 5% de pendiente, es apto para vivienda de bajo costo.
De 5 a 15 por ciento es una pendiente mediana aún encaja en soluciones relativamente económicas para vivienda de interés social.

Cuando se trata de márgenes de 15 al 25%, ya no se reco-mienda para habitación popular.

Más de 25% (pendiente alta) la vivienda se eleva mucho en su costo, aún si se trata de otros niveles socioeconómicos.

– Otro aspecto muy importante al elegir el terreno es el que se refiere a las reglamentaciones, pues cada ciudad tiene sus normas en cuanto al lote tipo: área mínima, frente y fondo, restricciones y afectaciones derivadas del plan de desarrollo urbano.

El uso del suelo establece si el terreno es apto para vivienda unifamiliar o multifamiliar, determina el área de construcción permitida, el área libre a respetar, etcétera.

– También hay que analizar las necesidades familiares para que el terreno aloje perfectamente la vivienda.

Es preciso visualizar el crecimiento de la vivienda a mediano y largo plazo para obtener un área real del terreno.

Fuente: Manual de autoconstrucción, manos a la obra de IMCYC