El reto de la contabilidad

No cabe duda que han sido mayores los retos que para México ha representado el entorno inflacionario y la apertura comercial para lograr la competitividad internacional, que los problemas que tal apertura ha implicado.

La década de los ochenta ha sido donde la creatividad de los mexicanos, bajo un enfoque profesional, ha quedado de manifiesto; prueba de ello son las diferentes negociaciones logradas, tanto por el sector público como por los diferentes grupos del sector privado para renegociar sus respectivas deudas, de tal forma que podemos calificar de audaces y brillantes muchas de estas negociaciones.

Los diversos instrumentos financieros que han proliferado en nuestro país durante los últimos cinco años, nos demuestran también la gran capacidad de innovación y creatividad de los ejecutivos mexicanos.

Sin embargo, hoy en día se cuestiona profundamente el papel del directivo, y en forma categórica se dice que quien no genera un valor agregado a su personal, paulatinamente pierde su liderazgo. Por ello sentimos que los contralores y responsables del sistema de información necesitamos generar un valor agregado, ya que de otra forma, iremos perdiendo nuestra misión dentro de las organizaciones.

Tal y como acontece en las finanzas, en la mercadotecnia y en otras áreas, el desarrollo de nuevas tecnologías y herramientas se ha hecho presente dentro de la contabilidad como sistema de información. Hoy en día nos encontramos ante un fuerte cuestionamiento de normas y conceptos contables, dado que al parecer, lejos de facilitar a los usuarios el proceso de toma de decisiones, lo entorpecen.

Este es el caso de los sistemas de costeo, los cuales han permanecido más de 50 años prácticamente sin cambios, ligados a un patrón de uso intensivo de mano de obra; esto último ha dejado de jugar un papel preponderante en el costeo de productos, de tal forma que dichos sistemas de acumulación de costos han perdido su relevancia.

La situación anterior nos induce a plantear un sistema de costeo basado en costos evitables que nos llevará, como lo veremos más tarde, a una mayor relevancia, oportunidad y simplicidad para apoyar el proceso de toma de decisiones, tanto tácticas como estratégicas.

Fuente: Apuntes de Contabilidad Administrativa de la Unideg