Enfrentamiento y manejo de las convulsiones en el niño

Es necesario realizar:

– Una buena historia anamnéstica (personal y familiar)
– Un acucioso examen físico y neurológico.
– Petición razonable de exámenes de laboratorio, según indiquen la historia clínica y el examen físico.

Entre éstos cabe destacar: electrocardiograma, electroencefalograma, estudio de reflujo gastroesofágico (ph esofágico), electrólitos plasmáticos, polisomnograma, TAC cerebral o resonancia magnética nuclear, Monitoreo Video-electroencefalográfico, evaluación psicológica.

Algunas preguntas útiles (frente a un evento convulsivo)

¿Cuántos tipos de convulsiones presenta?
¿Cuándo y a qué edad las crisis comenzaron?
¿Tuvieron relación a un accidente, evento importante o enfermedad?
¿Desde su comienzo, se han presentado en forma irregular o continua?
¿Cuán frecuentes son?
¿Se están presentando en forma más frecuente o más intensas?
¿Existe un aura o presentimiento antes del episodio?
¿Existe algo que generalmente las precipite?
¿Tienen alguna relación con: miedo, golpes, la postura de pie repentina, tiempos largos en posición de pie, sueño, ansiedad, enfermedad, fiebre, alimentos particulares, asistencia al colegio, comer, ayuno, frustración, ejercicios, medicamentos, …?
¿Puede describir la convulsión desde su inicio hasta el final?
¿El paciente detiene cualquier otra actividad durante el evento?
¿Existen otros síntomas asociados al episodio: cefalea, náuseas, sudoración, vómitos…?
¿Cuánto dura?
¿Existe algo que evite o mejore las crisis?
¿Hay alguien en la familia que tenga algo parecido?
¿Existe algún pariente con epilepsia?.

Fuente: Manual de pediatría por el Dr. M. Tomás Mesa L. de la escuela.med.puc.cl