Cardiopatías con insuficiencia valvular

Corresponden a lesiones cardíacas en que la sangre eyectada por alguna de las cuatro cavidades del corazón, retorna parcialmente a esa cavidad a través de una válvula aurículo-ventricular o sigmoídea incompetente. La regurgitación puede ocurrir en más de una válvula. Aunque la regurgitación valvular ocurre en válvulas congénitamente anómalas, más frecuentemente ocurre en lesiones valvulares adquiridas como la enfermedad reumática.

El efecto de una regurgitación valvular es el de una sobrecarga de volumen de las cavidades cardíacas involucradas: aurícula y ventrículo izquierdos en la insuficiencia o regurgitación mitral; aurícula y ventrículo derechos en la insuficiencia tricuspídea; ventrículo izquierdo en la insuficiencia aórtica, y; ventrículo derecho en la insuficiencia pulmonar.

Esta sobrecarga de volumen se asocia a una hiperdinamia cardíaca y a contractilidad normal o aumentada, salvo en etapas tardías de la enfermedad. La regurgitación valvular puede asociarse a una estenosis relativa de esa válvula, dado al aumento del flujo anterógrado que significa la suma del volumen regurgitado más el volumen de eyección habitual.

La insuficiencia o regurgitación mitral aunque puede ser congénita, es más frecuentemente una lesión adquirida, particularmente en relación a fiebre reumática. Se observa también en miocardiopatías de diversas etiologías, por dilatación del anillo valvular; en estenosis aórtica severa, en origen anómalo de arteria coronaria izquierda, o en anomalías coronarias por enfermedad de Kawasaki.

También en enfermedades como síndromes de Marfan y Hurler con válvula mitral mixomatosa. La fisura o «cleft» de la mitral generalmente es parte de un defecto septal aurículo-ventricular o defecto de cojinetes endocárdicos.

Insuficiencia valvular aórtica de magnitud diversa se observa en pacientes con aorta bicúspide, con estenosis subaórtica, con CIV subpulmonar, o en pacientes postvalvuloplastía por estenosis aórtica. En todas estas situaciones la insuficiencia valvular tiende a ser progresiva salvo que se corrija la causa subyacente, como CIV o estenosis subáortica.

La regurgitación tricuspidea transitoria se observa frecuentemente en el recién nacido, generalmente en relación con asfixia perinatal. También se observa regurgitación tricuspidea en relación a dilatación ventricular derecha, o a malformaciones como la enfermedad de Ebstein y la atresia pulmonar con septum intacto.

Fuente: Manual de pediatría por el Dr. Felipe Heusser R. de la escuela.med.puc.cl