Presentación clínica de la meningitis bacteriana

La presentación clínica de los pacientes con meningitis bacteriana básicamente sigue siendo la misma en los últimos 40 años. Los signos y síntomas prevalentes dependerán de la edad del niño y de la virulencia del agente etiológico. En el 70-80% de los pacientes existirá una historia sugerente de infección respiratoria alta, que precede en 2-5 días el diagnóstico de meningitis bacteriana.

Una infección viral previa puede ser un factor importante en la patogénesis de una invasión bacteriana, ulterior. Al inicio, los niños afectados tendrán una variedad de síntomas no muy específicos como fiebre, malestar, anorexia, alteración en el sueño, vómitos. A veces tendrán mas irritabilidad y desinterés en el medio que los rodea.

Estos últimos, son síntomas algo mas propios de una infección del sistema nervioso central. En etapas iniciales, el examen físico puede ser normal. Muchas veces la madre dirá que su hijo está «raro» que «no es el de siempre». Este aspecto puede ser difícil de detectar para el médico que examina al niño de manera precoz y debe considerarse como un dato importante en la anamnesis.

En el periodo neonatal hay alteración de los signos vitales, con inestabilidad de la temperatura (Hipo o hipertermia). La ausencia de fiebre en el recién nacido no excluye el diagnóstico de meningitis u otra infección bacteriana aguda. Los cambios en el comportamiento en el recién nacido pueden reflejar compromiso precoz del sistema nervioso central.

La irritabilidad del recién nacido sin compromiso meníngeo usualmente se alivia con la alimentación o cuando la madre lo toma en brazos. Sin embargo, paradójicamente, en lactantes el movimiento al tomarlos en brazos puede generar mayor irritabilidad. La rigidez de nuca es un hallazgo poco frecuente en el recién nacido. Este signo es mucho mas constante después del primer año de vida.

Fuente: Manual de pediatría por el Dr. Ricardo Ronco M., y la Dra. Marcela Ferrés G la escuela.med.puc.cl