Sexualidad en la adolescencia

Desde una perspectiva evolutiva, el deseo sexual es instintivo. Pero en la especie humana una actividad instintiva pura sólo se produce durante los primeros días de la vida. Después, a medida que se va desarrollando, la corteza cerebral va integrando y controlando todas las funciones del sistema nervioso.

Desde una perspectiva individual, la conducta sexual requiere unas diferentes etapas de maduración anatomo-funcional del sistema nervioso, de forma que su aprendizaje requiere alcanzar unas determinadas etapas evolutivas.

Durante la infancia, los aparatos genitales no están desarrollados, la sensualidad no está aún focalizada en los genitales externos, no existe una orientación específica del deseo, las zonas erógenas son muy difusas y las sensaciones del placer sexual son poco intensas.

Durante la pubertad, la modificación de los mecanismo neuroendocrinos y el desarrollo de los aparatos genitales hacen que la sensualidad se focalice en los genitales externos y puedan producirse los altos niveles de excitación, las modificaciones fisiológicas y las sensaciones intensamente voluptuosas que caracterizan la respuesta sexual humana. Ello incrementa extraordinariamente la eficacia erógena de la piel, por lo que el placer sexual inunda las vidas de los adolescentes.

La orientación del deseo vendrá determinada principalmente por la particular experiencia afectiva de la persona y por los contenidos de su particular significado de la sexualidad. No existe base científica para pensar que el deseo sexual del ser humano esté biológicamente determinado exclusivamente hacia la heterosexualidad o hacia la homosexualidad. Todos nuestros conocimientos nos lo definen claramente como un ser potencialmente ambisexual.

La elaboración del significado del placer sexual y del deseo sexual es fundamentalmente un proceso de aprendizaje-socialización donde los principales agentes son la familia, la escuela, el grupo de iguales y los medios de comunicación. A través de ellos, el adolescente aprende el significado de la sexualidad y los hábitos de conducta sexual propios de la cultura de la sociedad a la que pertenece.

Fuente: Instituto Asturiano de la juventud