Tratamiento de la diabetes durante el embarazo

Se lleva a cabo con la ayuda mediante tres elementos fundamentales:

1- Realización de una dieta o régimen de comidas adecuado.
2- Práctica moderada de ejercicio físico o deporte.
3- Utilización de insulina si la dieta no es suficiente.

1- Régimen de comidas. (consultar el apartado16- la alimentación en la embarazada con diabetes).

2- Realización de ejercicio físico. El ejercicio físico ayuda a descender los niveles de glucosa en sangre.

En líneas generales durante el embarazo, y sin llegar a situaciones de fatiga, pueden ser recomendables ejercicios tales como caminar, natación y todos aquellos que figuran dentro de los establecidos como “preparatorios para el parto”.

En la vida diaria, puede a veces ser útil la práctica de un pequeño paseo de 20 a 30 minutos después de las comidas, que ayuda a contrarrestar las elevaciones de glucemia que entonces se producen.

En ocasiones, y con control médico adecuado, pueden efectuarse de forma gradual y progresiva “programas de ejercicio” más sofisticados y complejos.

Debe prescindirse de la práctica de actividades más intensos como el tenis, voleibol, baloncesto, esquí acuático, etc..

3- Tratamiento con insulina.

Cuando con el régimen de comidas impuesto no se consigue controlar la diabetes, habrá que recurrir a la administración subcutánea de insulina en dos o tres pinchazos diarios.

Esto tendrá lugar cuando en los controles de glucosa en sangre, realizados en ayunas o antes de las comidas, se obtengan resultados superior a 95 mg/dl; o bien dos horas después de las comidas si alcanzan cifras superiores a 120 mg/dl.

La administración de insulina puede condicionar en alguna paciente, como efecto secundario, la aparición de hipoglucemia.

Esta situación suele venir condicionada por disminución de la toma de alimentos, exceso de insulina administrada, falta de acoplamiento al horario entre la toma de alimentos y la administración de insulina o ejercicio físico en exceso. Se pone de manifiesto la hipoglucemia por la presencia de mareos, temblor, sensación de hambre, palpitaciones, sudoración, etc.

Las molestias suelen ceder con la toma de azúcar o alimentos ricos en hidratos de carbono (de absorción rápida). De ahí que sea recomendable el que toda diabética gestacional tratada con insulina lleve siempre en su bolso algún terrón de azúcar, como medida preventiva ante la posible aparición de esta eventualidad.

Fuente: Guía diabetológica de David Gómez Carcelén