Construcción de modelos y toma de decisiones

En términos generales, el éxito en la aplicación de modelos para la toma de decisiones en el mundo real puede dividirse en cuatro etapas, las cuales muestran una estrecha correspondencia con los elementos del proceso de construcción de modelos:

1. Formulación del modelo y construcción del mismo, es decir, el proceso de tomar situaciones administrativas del mundo real, abstraerlas en una formulación y después desarrollar los términos matemáticos de un modelo simbólico;

2. Análisis del modelo para generar resultados;

3. Interpretación y validación de los resultados del modelo, asegurándose de que la información disponible obtenida del análisis ha sido interpretada en el contexto de la situación original en el mundo real; y

4. Implementación, es decir, aplicar a la toma de decisiones en el mundo real, el conocimiento validado que se obtuvo con la interpretación de los resultados del modelo.

Como en la propia construcción de modelos, las cuatro etapas anteriores casi nunca se realizan en secuencia; más bien, los gerentes las aplican en forma iterativa. Los modelos se construyen cíclicamente, como se describió en la sección anterior. Después se analizan para obtener los resultados, los cuales se interpretan críticamente, y de ellos se extraen recomendaciones que muchas veces no satisfacen ni la más sencilla prueba de validación: ¿los resultados interpreta-dos y las recomendaciones violan el sentido común?

El sentido común es la prueba más obvia de la validez de un modelo. Si en éste no se detectan errores lógicos fáciles de identificar, pero los resultados o recomendaciones transgreden el sentido común, no hay más remedio que regresar a la primera etapa para diagnosticar si la situación administrativa no fue definida adecuadamente, si se perdió demasiado realismo en la formulación, si el modelo mismo es deficiente, y otras cosas por el estilo.

Generalmente, es necesario hacer un buen número de repeticiones antes de producir un modelo aceptable o, en algunas ocasiones, antes que el gerente comprenda que su sentido común no fue aplicado con acierto por principio de cuentas, sea como fuere, es erróneo concluir que esas repeticiones fue-ron una pérdida de tiempo: durante el proceso mismo se aprenden muchas cosas, a medida que se van perfeccionando tanto los modelos como los conocimientos del gerente.

Fuente: Apuntes de Investigación de operaciones de la UNIDEG