Almacenamiento de líquidos combustibles

El almacenamiento de líquidos combustibles es especialmente peligroso. Los líquidos no miscibles con el agua (grupo A) son más peligrosos que aquellos que se mezclan con el agua (grupo B). Las prescripciones relativas a las cantidades de almacenamiento autorizadas en las fabricas difieren según la categoría de peligrosidad de los líquidos.

También el tipo de recipientes de almacenamiento (seguridad contra ruptura) tiene esencial importancia. Una norma importante establece: en ningún local de trabajo debe haber líquidos combustibles que excedan de las cantidades que se puedan manipular, o lo que es lo mismo, los locales de trabajo no deben utilizarse como almacén.

Los depósitos de líquidos combustibles también se suelen disponer enterrados y se instala una unión a tierra para evitar la producción de chispas y la consiguiente inflamación por descargas electrostáticas.

Un dispositivo de seguridad importante para las cisternas y aparatos destinados a almacenar líquidos combustibles a la presión normal es el arrestador de flama. El arrestador de flama Kito se fabrica con cintas metálicas onduladas y enrolladas formando discos.

Generalmente, la cinta metálica tiene una anchura de 10 m y es de cobre, argental (plata alemana), acero inoxidable y similares. Las cintas se enrollan en forma de tejado para favorecer el deslizamiento del agua o de los productos de condensación. Generalmente se disponen 2 o 3 de estas rejillas, una después de la otra y colocadas dentro de una carcasa de acero, fundición, acero inoxidable o de metales análogos.

El efecto de protección contra la llama o contra el retroceso de la llama es semejante al de la lámpara de seguridad Davy (lámpara de mineros), ye sbasa en la buena conductividad térmica de ciertos metales (p. ej. el cobre). Si el gas que escapa por el dispositivo de ventilación a través de la rejilla se inflama, la llama sólo retrocede hasta la rejilla.

En ésta, debido a la buena conductividad calorífica del metal, el calor se disipa de tal manera, que ya no alcanza la temperatura de inflamación, por lo cual no puede penetrar en el interior del recipiente (arrestador de flama).

Los arrestadores de flama sólo se pueden utilizar como seguros terminales, es decir incorporados en el extremo final de una conducción, directamente junto al recipiente que se trata de proteger. Sirven pues para la protección de cisternas de almacenamiento a la presión atmosférica y de las salidas de gases en los aparatos de destilación y otros.

Por razones ecológicas, la ventilación de los aparatos no siempre puede salir directamente al aire libre. Por ejemplo, los recipientes de almacenamiento y los intermedios se suelen conectar entre sí mediante conducciones compensadoras de presión entre gases y líquidos, con lo cual se puede prescindir de la ventilación al exterior.

Fuente: Apuntes de procesos químicos de la UNIDEG