Cambios puberales femeninos

Un acontecimiento evidente caracteriza la pubertad de la mujer: la aparición de la primera menstruación o «menarquía». Pero los cambios puberales ya empiezan a producirse uno o dos años antes de este acontecimiento, por ello se suele dividir la pubertad en dos subperíodos: la premenarquía y la post-menarquía.

Cambios puberales femeninos

Los efectos biológicos de la llegada a los ovarios de cantidades crecientes de gonadotropinas son el crecimiento y la proliferación de las células que, junto a los ovocitos, conforman los folículos primitivos; y la síntesis y secreción por dichas células de cantidades crecientes de estrógenos.

Mucho tiempo antes de que las tasas de gonadotropinas lleguen a ser lo suficientemente elevadas para posibilitar el desarrollo completo del folículo primordial y la ovulación, las cantidades crecientes de estrógenos segregadas por los folículos en desarrollo llegan a los demás órganos genitales internos, desencadenando en ellos las modificaciones propias del ciclo genital femenino.

En consecuencia, las chicas experimentan las primeras menstruaciones antes de que hayan adquirido la capacidad de procrear. Estas menstruaciones que no están precedidas de la ovulación reciben el nombre de menstruaciones anovulatorias.

La edad de aparición de la menarquía es variable y depende de numerosos factores de tipo genético y ambiental. En nuestro país la edad media se sitúa entre los 11 y los 13 años.

Prácticamente, todo el conjunto de cambios anatómicos y fisiológicos que se producen durante la pubertad en los órganos genitales y en los caracteres sexuales secundarios de las chicas se deben a la acción de los estrógenos, la cual podría definirse en líneas generales como de estimulación del crecimiento y proliferación celular, muy especialmente de las células de los diversos tejidos que componen los órganos genitales, incluidos los epiteliales, y también de los que constituyen los tejidos adiposo y óseo.

La acción de la progesterona se relaciona casi exclusivamente con lapreparación del útero para el embarazo y de las mamas para la lactancia.

A la estimulación por los estrógenos se debe fundamentalmente el crecimiento del tejido adiposo subcutáneo en general, y muy particularmente del de los labios menores, labios mayores, las regiones glúteas y los muslos, con el consiguiente crecimiento de estas regiones, que conforma la morfología peculiar de las chicas.Otros efectos provocados por los estrógenos son la aceleración del crecimiento y el ensanchamiento de la pelvis.

Además, todos los tejidos que constituyen los órganos genitales femeninos se verán también afectados aumentando el tamaño (labios mayores y menores, clítoris, vagina, útero, trompas de Falopio y ovarios). Algunos de estos tejidos experimentan cambios importantes para el cumplimiento de su función en la reproducción.

La aparición del vello y la entrada en funcionamiento de las glándulas sebáceas y sudoríparas son consecuencia de la acción de los andrógenossecretados por las glándulas suprarrenales. El hecho de que el organismo de los chicos produzca mayor cantidad de andrógenos (testosterona) explica que estos cambios sean en ellos más intensos.

Fuente: Instituto Asturiano de la juventud