El cuidado de los cabritos

De 10 veces, 9 partos tendrán lugar sin complicación alguna. Las dificultades se presentan, a veces, con el recién nacido y se deben aplicar “tratamientos” por lo general “muy” simples.

– Quite el moco de la nariz y de la boca.
– Deje que la cabra lo lama para terminar de secarlo.
– Si el cabrito está jadeando, tómelo con la cabeza hacia abajo y golpéelo levemente para estimular la respiración.
– Baño con agua fría o inmersión breve de la cabeza en el agua.
– La suspensión por las extremidades posteriores con la cabeza boca abajo y el balanceo del cuerpo en forma pendular.
– El “masaje” exterior de la región cardiaca, debe ser firme (presionando) y continuo.
– Desinfecte el cordón umbilical con yodo y aplique un cicatrizante.

Cuando el cabrito ya esté seco, colóquelo en el paridero con bastante paja y ponga un fuente de calor adicional (para que el cabrito este confortable).

El cabrito debe mamar lo más rápidamente posible después de haber nacido. La primera leche (calostro) es excelente; ya que, la madre le “pasará” los anticuerpos que lo protegerán de las enfermedades más comunes.

Durante los 3 primeros días de nacidos, los cabritos deben tomar toda la leche (calostro) que puedan. Esto les evitará enfermedades y les permitirá un desarrollo más armónico y sin complicaciones, siempre y cuando se tenga cuidado de darles un buen complemento alimenticio.

Fuente: Secretaria de la reforma agraria. México