El sector de la artesanía

Los productos artesanales son los producidos por artesanos, ya sea totalmente a mano o con la ayuda de herramientas manuales o incluso de medios mecánicos, siempre que la contribución manual directa del artesano siga siendo el componente más importante del producto acabado. Se producen sin limitación, por lo que se refiere a la cantidad y utilizando materias primas procedentes de recursos sostenibles. La naturaleza especial de los productos artesanales se basa en sus características distintivas, que pueden ser utilitarias, estéticas, artísticas, creativas, vinculadas a la cultura, decorativas, funcionales, tradicionales, simbólicas y significativas religiosa y socialmente.” UNESCO.

Se torna complejo ofrecer datos cuantitativos que reflejen de manera fidedigna el peso de la artesanía en el comercio internacional. Esta carencia se debe en parte a que a la hora de clasificar las exportaciones, los productos artesanos se diluyen en otras partidas de las estadísticas comerciales, siendo catalogados como productos manufacturados o como productos sin especificar.

Esta poca visibilidad de la artesanía en las estadísticas comerciales no responde a la realidad, a la importancia que tiene este sector en la vida de millones de pequeños productores en el mundo, ni a su relevancia en la conservación de las culturas y tradiciones ancestrales. Así, la UNESCO reconoce que “la artesanía utilitaria o artística inspirada por la tradición representa una forma valiosísima de expresión cultural, un «capital de confianza en uno mismo», especialmente importante para los países en desarrollo.

La artesanía toma sus raíces en las tradiciones históricas que son renovadas por cada generación alcanzando el rango de industrias culturales. Los artesanos no conservan simplemente el patrimonio cultural, sino que también enriquecen y adaptan esta herencia a las necesidades contemporáneas de las sociedades”.

Por otra parte, el sector de la artesanía se encuentra muy fragmentado y diversificado, tanto en términos de producción como en términos de comercialización, lo que significa que no se caracteriza por las grandes concentraciones de la producción o del mercado, a excepción de la “artesanía” procedente de maquilas, productos que más bien deberían denominarse “industriales”. La producción artesanal sigue estando en manos de pequeñas unidades microempresariales o familiares, donde no se requieren grandes inversiones de capital o mano de obra intensiva, por otra parte, su comercialización se encuentra a cargo de pequeños comerciantes y otras figuras intermedias.

Otra característica de la artesanía se encuentra en que, como actividad laboral, puede ser compaginada con el cuidado del campo o constituir un trabajo a tiempo parcial, ya sea en el sector formal o informal. Los conocimientos técnicos suelen ser básicos y tradicionales, y con frecuencia transmitidos de generación en generación. Por estos y otros motivos, la actividad artesana es especialmente importante para la mujer, dado que encuentra en este sector una de las pocas fuentes de ingreso posibles. Para la mujer, la oportunidad de generar sus propios recursos se convierte en el elemento fundamental para salir de la pobreza, pero también para lograr la autoestima e independencia que le permita alcanzar la tan ansiada igualdad de oportunidades.

Fuente: Fundación española para la innovación de la artesanía. Madrid 2003