El comercio justo hoy: tendencias y perspectivas

El movimiento del Comercio Justo se ha expandido de manera espectacular, siendo hoy un movimiento global e internacional que cuenta con más de un millón de pequeños productores y trabajadores organizados en unas 3.000 organizaciones de Comercio Justo de más de 60 países. En Europa, Estados Unidos, Canadá, Australia y Japón, el movimiento de Comercio Justo y Solidario está compuesto por más de 200 organizaciones importadoras y unos 80.000 puntos de venta (desde tiendas minoristas a grandes mayoristas). Asimismo, cabe destacar que el movimiento cuenta con más de 100.000 voluntarios y centenares de profesionales.

En términos de cuota de mercado, Europa representa aproximadamente el 70% del volumen mundial del Comercio Justo, con una tasa de crecimiento anual de un 20%31. Y es que el mercado de Comercio Justo ha crecido rápidamente en los últimos años, así según los datos facilitados por EFTA, en el año 2005 se consumieron productos de Comercio Justo por valor de 660 millones de euros, un 154% más que hace 5 años.

Pese a estos avances, todavía hay mucho por hacer pues si lo comparamos con las cuotas de mercado del comercio mundial tradicional, el Comercio Justo sólo representa un 0,01% de dicho volumen mundial. La mejor prueba del éxito del Comercio Justo es el reconocimiento institucional por parte de muchos gobiernos nacionales y municipios. De especial relevancia es la resolución del Parlamento Europeo sobre Comercio Justo y Desarrollo aprobada en julio del año 2006 —a la que hemos hecho referencia en capítulos anteriores—, donde se destaca el papel vital de las organizaciones de Comercio Justo y se recomienda a los Estados miembros tomar un papel activo en el apoyo al Comercio Justo.

Sin lugar a dudas, también ha sido de vital importancia la buena receptividad por parte de los consumidores, su voluntad decidida de querer apoyar con su compra iniciativas que representan una garantía social, medioambiental y solidaria. Las encuestas revelan que el público europeo es cada vez más exigente en su elección de productos y está progresivamente más dispuesto a pagar un precio elevado por un producto que cumple con los criterios que les parecen importantes.

Buena parte del progreso conseguido en los últimos años por el movimiento de Comercio Justo se debe a cambios relacionados con su profesionalización, que se ha reflejado en la mejora de la calidad de los productos y en un funcionamiento más adaptado a las exigencias del mercado en la gestión de las importaciones y las tiendas, logrando así la mayor satisfacción del consumidor responsable y una viabilidad económica sostenible.

Otro avance sustancial se ha constatado en la coordinación a escala internacional y en la incidencia social, comercial y política. El trabajo en red está dando importantes frutos tanto a nivel de presión política sobre las instituciones europeas, como en el desarrollo de una definición y principios comunes para todas las organizaciones del Norte y del Sur.

Fuente: Fundación española para la innovación de la artesanía. Madrid 2003