Recursos naturales y las preocupaciones ambientales

Todo desarrollo, empresa o actividad nueva, tiene que planearse en base a la conservación estricta de los recursos naturales, evaluados positivamente por su impacto ambiental. El país ya no puede permitirse actividades o desarrollos que sean perjudiciales para su base ecológica.

La clave para este aspecto se encuentra en las actitudes y la ética de todos los mexicanos. En relación con la inversión extranjera, los dirigentes del sector privado y público tendrán que mostrar al inversionista extranjero «y tener el valor de hacerlo», que México ya no es un país interesado en inversiones no sustentables ecológicamente, no importa cuan lucrativas sean para unos cuantos.

Esto será muy difícil para el país porque las presiones son enormes. Sin embargo, si no se tiene el valor para seguir una senda sustentable, a futuro las próximas generaciones mexicanas afrontarán un desastre ecológico irreversible.

Por otro lado, la aplicación de las leyes ecológicas sólo puede ser completamente efectiva y correcta si los empresarios mexicanos adoptan una «mentalidad ecológica». Esto significa que tienen que estar convencidos al 100% de la necesidad de conservar los recursos naturales, y que el daño ecológico que provocan es desde el punto de vista moral un pecado.

En la comunidad cada empresario tiene que estar convencido de que el futuro de su empresa su familia y la comunidad depende de sus actitudes y acciones pro-ecológicas. Ya no se puede separar de la naturaleza un negocio.